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El hombro es una parte del cuerpo muy compleja. Está compuesta de diferentes estructuras y articulaciones, combinadas con tendones y músculos que se encargan de garantizar el movimiento del brazo y la rotación a la que se está acostumbrado.

Por supuesto, al ser una parte tan compleja y con un uso tan frecuente, las lesiones del hombro son bastantes comunes. La inestabilidad o la compresión de alguna de las articulaciones pueden generar dolor, pero las causas y características de las afecciones del hombro son muy amplias.

El dolor puede ser continúo, sordo, agudo o temporal. Sentir dolor solo con el movimiento o tener dolor en todo momento. Entonces bien, las características tan amplias de las lesiones del hombro generan diferentes tipos de dolor que repasaremos en este artículo.

Bursitis

Las bursas son unos sacos pequeños que están en todas las articulaciones del cuerpo, por supuesto, el hombro es parte de ellas. Tienen una función de almohadilla entre los huesos y los tejidos blandos que se les superponen, buscan generar menos fricción cuando se deslizan los músculos sobre el hueso.

Entonces bien, la bursitis es la inflamación de la bolsa que tiene lugar entre el manguito rotador y el omóplato. Por supuesto, esta lesión genera un dolor en la zona del hombro, se trata de un dolor acompañado de rigidez y limitación de la movilidad.

La bursitis suele mostrar mejoría sin necesidad de un tratamiento. Puede bastar con descansar, usar hielo en la zona y tomar analgésico. Sin embargo, cuando esas medidas no funcionan pueden ser necesario la terapia, inyecciones e incluso cirugía.

Tendinitis

Los tendones son una especia de cordones que se encargan de conectar el músculo al hueso. En ese sentido, la tendinitis es la inflamación o la irritación de uno de esos tendones. Es un problema común en las articulaciones, incluyendo los hombros que tienen los cuatro tendones del manguito rotador y uno de los tendones del bíceps.

La tendinitis genera un dolor con unas características particulares, se trata de un dolor sordo. Es decir, es complicado de describir y puede ser difícil identificar la zona exacta de la que proviene el dolor, además, no suelen ser dolores tan agudos pero sí persistentes. Además, el dolor por tendinitis suele estar acompañado por una sensibilidad pronunciada e hinchazón leve en la zona.

Desgarro de tendones

Al entender los tendones como cordones que conectan el músculo al hueso, el desgarro del tendón ocurre cuando ese cordón se desprende del hueso por una lesión o una sobrecarga.

Puede tratarse de un desgarro parcial, esto ocurre cuando la conexión con el hueso no es interrumpida por completo. Por otra parte, puede ser un desgarro completo que significa la ruptura en todo el tendón.

Si se trata de un desgarro del tendón repentino, el dolor presentado tiene características muy intensas acompañado de debilidad del hombro y brazo afectado. Al punto de ser muy difícil elevar el brazo por encima del hombre.

Por otra parte, cuando es un desgarro crónico, el dolor va presentándose de forma progresiva como un dolor sordo y persistente. Además, se presenta una pérdida progresiva de la movilidad en el brazo y un aumento en la debilidad de la zona afectada.   

Inestabilidad

La inestabilidad del hombro aparece cuando el hueso del brazo es forzado a salir de la cavidad del hombro. La causa de esta lesión puede ser por el uso excesivo de la estructura del hombre o una lesión repentina.

El tipo de dolor presentado por esta afección se define como una sensación desagradable, con una intensidad de dolor moderada y una restricción en la movilidad del brazo.

Por su parte, cuando se trata de una dislocación completa, es decir, cuando toda la cabeza del hueso del brazo se sale de la cavidad correspondiente, el dolor es mucho más intenso y la sensación desagradable también aumenta. Además, el dolor en este caso está acompañado de una pérdida completa de la movilidad del brazo.

El tratamiento a esta afección contempla la inmovilización con cabestrillo del brazo afectado por unas 3 semanas, además, el paciente debe acudir a rehabilitación para recuperar la movilidad completa del brazo. Sin embargo, cuando los episodios de inestabilidad son frecuentes, será necesario estudios más rigurosos para determinar la causa y recurrir a tratamientos de reparación en las estructuras afectadas que generan este problema.

Fractura

Las fracturas son roturas o grietas en los huesos. En el caso de las fracturas de hombros, pueden estar involucrada la clavícula, el húmero y el omóplato. Por supuesto, el dolor de una fractura es muy intenso y está acompañado de hinchazón, limitación en los movimientos y entumecimiento.

Para el diagnóstico de esta afección los médicos usan radiografías que los ayudan a determinar la gravedad y el alcance de la fractura. Por lo general, el tratamiento para una fractura del hombro se basa en el uso de un cabestrillo, ejercicios de movimiento y, en caso de una fractura grave, una cirugía.

Si la fractura necesita una cirugía, lo más común es que el médico emplee placas de metal, cables o tornillos para que los huesos se mantengan en su lugar durante la sanación. Al terminar la sanación del hueso, el paciente debe iniciar ejercicios de rehabilitación para recuperar la fuerza y movilidad del hombro.

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