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Las estructuras complejas del hombro brindan las posibilidades de movimiento y rotación que conocemos de un hombro totalmente sano.  La articulación acromioclavicular es una de estas estructuras, se trata de la unión articular entre la clavícula y la escápula, es decir, representa una unión entre el brazo y el tronco.

 La articulación acromioclavicular es muy importante en términos biomecánicos, pero tiene una frecuencia de lesiones bastante alta debido a diferentes causas. Una de las lesiones más comunes es la luxación acromioclavicular, generada en su mayoría por traumatismos.

En este artículo hablaremos a profundidad de esta lesión, haciendo énfasis en qué consiste la luxación acromioclavicular, sus causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento.

¿Qué es la luxación acromioclavicular?

El esguince o luxación acromioclavicular es una lesión producida cuando los ligamentos de esta articulación se lesionan y alteran el correcto funcionamiento o la congruencia de esta articulación. Esto genera un desplazamiento de la clavícula, comúnmente hacia arriba.

Es una lesión bastante frecuente, representa alrededor del 12% de la totalidad de las lesiones de hombro. Se trata de una lesión traumática, puede ser causada por un traumatismo directo en el hombro o indirecto en la mano o el codo. A continuación detallaremos las causas con más detenimiento.

Causas de la luxación acromioclavicular

La luxación acromioclavicular es una lesión de causa traumática, es decir, está provocada por un golpe directo o indirecto en el hombro. Por lo general, los casos de luxación acromioclavicular por causa de golpe indirecto están originadas por golpes en la mano o en el codo.

Entonces bien, según las características de esta lesión, es común que se presente tras caídas con golpe directo donde el hombro se desplaza hacia abajo y la clavícula hacia arriba.

Es decir, las caídas de bicicletas o motocicletas están dentro de las causas más frecuentas, aunque también es habitual en quienes practican deportes de contacto como el fútbol, rugby, fútbol americano o judo.

Clasificación de las luxaciones acromioclaviculares

Los tipos de luxaciones acromioclaviculares dependen del autor que las clasifique. Dentro de la clasificación más habitual está la de Rockwood, esta se basa en los siguientes tipos:

  • Tipo I: existe daño en la cápsula articular, pero los ligamentos coracoacromiales no sufrieron daño. No existe deformidad en el hombro, solo hay dolor en la articulación y la radiografía es normal.
  • Tipo II: la cápsula articular tiene una ruptura, los ligamentos caracoclaviculares tienen un daño parcial y puede existir deformidad en el hombro. El dolor en la zona de la lesión es más intenso y la lesión se considera inestable.
  • Tipo III: la lesión es de mayor gravedad, la cápsula articular y los ligamentos caracoclaviculares están rotos, y existe un desplazamiento superior entre la clavícula y el acromion. Este tipo puede subdividirse en los siguientes tipos:
    • IIIA: la inestabilidad horizontal está conservada.
    • IIIB: la inestabilidad horizontal está alterada.
  • Tipo IV: la lesión presenta las mismas características que el tipo III, pero existe desplazamiento superior y posterior de la clavícula, llegando a que su extremo esté introducido en el trapecio.
  • Tipo V: se presenta una rotura total de los ligamentos coraclaviculares con lesión del trapecio, existe un dolor muy intenso.
  • Tipo VI: no es una lesión común, existe una luxación anterior, provocando que la clavícula se sitúe detrás del tendón conjunto coracobraquial y bíceps.

Diagnóstico de la luxación acromioclavicular

El diagnóstico contempla preguntas acerca de los síntomas y la intensidad del dolor generado por la lesión. Además, se preguntan detalles acerca del traumatismo que causó la luxación para tener una idea más clara de lo que puede ser el alcance de la lesión. Por supuesto, todo esto se hace si el paciente está condicionado para hablar con claridad.

La exploración física es el siguiente paso del proceso de diagnóstico. En ella, el especialista se encarga de tocar la zona afectada para precisar la intensidad del dolor y la deformidad de la articulación afectada. Un signo típico de esta lesión es que al apretar el borde de la clavícula esta sufre un desplazamiento hacia abajo para luego volver al lugar inicial, esto se conoce como el signo de la tecla.  

Por supuesto, el examen a través de imágenes es necesario para el diagnóstico de esta lesión. Se necesita un estudio radiológico para determinar el tipo de luxación entre los seis tipos en la clasificación de Rockwood.

La radiografía es suficiente para evaluar la dirección del desplazamiento y su gravedad. Sin embargo, cuando se tiene la sospecha de afecciones en los tejidos blandos como tendones o músculos, es necesario recurrir a una resonancia magnética para visualizar la zona y determinar si existe daño o no.

Tratamiento de la luxación acromioclavicular

El tratamiento de la luxación acromioclavicular depende del diagnóstico generado por el especialista. Aunque existen ciertas generalidades de tratamiento según el tipo de luxación, esto puede variar según las características más particulares de cada paciente.

Por lo general, las luxaciones acromioclaviculares de tipo I y II son tratadas con el uso de un cabestrillo de 2 a 3 semanas y fisioterapia para recuperar la movilidad total del hombro. Mientras tanto, en los tipos IV, V y VI se suele usar cirugía como tratamiento, pero el especialista es quien te recomendará lo más acertado según tu lesión.

Ahora bien, en las luxaciones acromioclaviculares de tipo III existe mucha controversia porque no suele estar tan claro si con el tratamiento conservador de cabestrillo y fisioterapia es suficiente o necesitará cirugía. Nuevamente, es el médico especialista quien tiene la mejor recomendación según todos los factores que juegan en una lesión de esas características.

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