El neuroma de Morton es una afección común y puede aparecer a cualquier edad. En particular, es una patología que es entre 6 a 18 veces más frecuente en las mujeres que en los hombres.
Al ser tan común, es conveniente informarse al respecto para estar atento a los factores de riesgo y saber cuáles son los pasos a seguir para su tratamiento.
Entonces bien, en este artículo conseguirás información detallada respecto al neuroma de Morton, considerando sus factores de riesgo, proceso de diagnóstico, síntomas y más.
¿Qué es el neuroma de Morton?
El neuroma de Morton, también llamado metatarsalgia de Morton, neuroma interdigital o neuroma plantar, es una afección que surge por la degeneración del nervio digital plantar y el engrosamiento alrededor de dicho nervio.
Es más común que se presente entre el tercer y cuarto dedo del pie, aunque en ocasiones también puede presentarse entre el segundo y tercer dedo del pie, son pocos los casos donde esta afección aparece en otras posiciones.
Además, tal como se mencionó anteriormente, es una afección común que afecta entre 6 a 18 veces más a las mujeres y no tiene distinción de edad.
La sensación que genera esta afección es parecida a la estar parado sobre una piedra o sobre uno de los pliegues del calcetín. El dolor agudo y ardor también son parte del neuroma de Morton, así como posible picazón o entumecimiento en la zona afectada.
Factores de riesgo del neuroma de Morton
Las causas de la irritación y engrosamiento de los nervios no se conocen por completo, sin embargo, está claro que el dolor relacionado con el neuroma de Morton se debe a la irritación y engrosamiento de los nervios.
Sin embargo, existen algunos factores de riesgo que es posible que tengan incidencia en la aparición de la patología o lo agravan.
- Algunos deportes: las actividades deportivas que exigen el uso de zapatos muy ajustados pueden generar o agravar esta afección, entre este tipo de deportes está el esquí de nieve y la escalada de montaña. Además, la actividad física de alto impacto puede generar lesiones repetitivas, entre ellas el trote y correr.
- Deformidades del pie: los juanetes, pie plano y el dedo martillo aumentan el riesgo de padecer de neuroma de Morton.
- Tacón alto: Los zapatos de tacón alto o un ajuste incómodo puede generar una presión extra en el pie y terminar produciendo neuroma de Morton.
Diagnóstico del neuroma de Morton
Alrededor de un tercio de los casos de neuroma de Morton no presentan anormalidades apreciables a simple vista. En ese sentido, el proceso de diagnóstico comienza por apretones en las cabezas metatarsianas mientras se presiona el interespacio plantar, esto produce un dolor intenso en quienes padecen neuroma de Morton.
Sin embargo, es común confundir el neuroma de Morton con una metatarsalgia mecánica y lo más conveniente es hacer algunas pruebas para conseguir un diagnóstico preciso. Entre las pruebas por imágenes más útiles para diagnosticar el neuroma de Morton están:
- Resonancia magnética: este tipo de estudio genera imágenes útiles para visualizar con detalle los tejidos blancos, sin embargo, se trata de un proceso costoso y resulta ideal para quienes no presentan síntomas pronunciados.
- Radiografías: la radiografía se suele usar en este tipo de diagnóstico para descartar otras causas de dolor, siendo la mejor forma de descartar una fractura por sobrecarga.
- Ecografía: son ideales para revelar imágenes de los tejidos blandos, resultan muy útiles para identificar neuromas con buen nivel de eficiencia y precisión.
Síntomas del neuroma de Morton
El primer síntoma y el más común es la sensación de dolor mecánico, siendo muy parecido a una descarga eléctrica. El dolor suele profundizarse por la tarde y hacerse más agudo cuando se está mucho tiempo de pie.
Por su parte, el uso de zapatos estrechos acentúa el dolor tras comprimir el pie, sobre todo con el calzado que aprieta el pie en la parte delantera. Además, con el paso del tiempo, el dolor va haciéndose más agudo.
La parte delantera del pie es la que siente el dolor y el entumecimiento. El dolor no se hace presente durante la noche y las actividades como bailar o caminar lo acentúan tras la sobrecarga de la zona delantera.
Tratamiento del neuroma de Morton
El tratamiento y su rigurosidad dependerán de las indicaciones médicas que deben ser coherentes con la gravedad del padecimiento. Por lo general, el médico indicará un tratamiento conservador y poco invasivo para evaluar el avance.
Para comenzar, la terapia es el primer paso para tratar este padecimiento. El uso de zapatos con espacio suficiente en la zona delantera y plantillas ortopédicas, almohadillas para los metatarsos o plantillas hechas a medida son las primeras indicaciones habituales de los médicos especialistas.
Al mismo tiempo, el cuidado en casa y cambios en el estilo de vida son parte del tratamiento. Tomar medicamentos antiinflamatorios ayuda a reducir el dolor y la hinchazón producida por este padecimiento.
Asimismo, el masaje con hielo y el cambio de calzado también alivia los síntomas del neuroma de Morton. Por supuesto, el descanso de la actividad física regular es clave en el proceso de recuperación, es importante evitar el trote y la danza.
En caso de que los tratamientos más conservadores no alivien los síntomas presentados, es probable que el doctor escale en el tratamiento. En ese sentido, las inyecciones de esteroides en el área con dolor ayudan a aliviar el dolor intenso y es de las primeras indicaciones del doctor tras no presentar mejoría.
Por su parte, en algunos casos la cirugía de descompresión es necesaria. Tal como su nombre indica, con esta intervención el doctor se encarga de aliviar la presión sobre el nervio tras cortar algunas estructuras cercanas.
Finalmente, cuando no se presentan alivios a los síntomas con todos estos tratamientos, es posible que el doctor indique una cirugía de extracción del nervio.
A través de este procedimiento, el cirujano extrae el bulto generado para aliviar los síntomas. En general, es una cirugía con buen porcentaje de éxito, sin embargo, puede generar un entumecimiento permanente en los dedos afectados por el neuroma de Morton.